Mi aventura Gastronómica
Acompáñame en este viaje por la gastronomía de la ciudad de Medellín. Visitaré restaurantes, probaré su comida y luego te contaré lo que pienso. ¿Te atreves a irte conmigo en este viaje? Te doy la bienvenida a mi aventura gastronómica.
miércoles, 21 de septiembre de 2016
Los No favoritos
Como dice mi abuela, si uno no tiene nada bueno que decir, es mejor no decir nada.
Por eso en esta lista, no diré mucho de estos restaurantes que he visitado, pero que definitivamente no quisiera repetir, ya sea por la relación precio-calidad, por el servicio o simplemente por el producto.
Estaré actualizando la lista periódicamente con nuevos lugares que realmente no sean de mi total agrado.
De igual forma, esto es solo mi opinión, combinada con la opinión de quien me haya acompañado.
Si tuviste una buena experiencia en alguno de estos lugares, cuéntame y así todos conoceremos buenos y deliciosos lugares para comer.
* De la pitri-Mitri Medellin, comida peruana ubicado en Manila.
*Pizza Plaza- Pizzería y comida italiana ubicado en el parque lleras.
viernes, 16 de septiembre de 2016
Descubriendo la carne al trompo de Karpo
Karpo es un foodtruck que se ubica en diferentes lugares de
la ciudad de Medellín.
Imaginen un día caluroso después de varios días de
torrenciales lluvias. El sol se posaba gustoso en el cenit cerca del medio día,
mientras los de abajo, incluyéndome, nos calcinábamos bajo su esperado y por
muchos deseado fulgor.
Yo tenía hambre, no podía negar que quería comer algo rico,
rápido y no muy costoso. Sin embargo la idea de la misma hamburguesa de cadena
de comida rápida de siempre, no me llamaba tanto la atención y menos los
típicos corrientazos ejecutivos que aunque con buena sazón, les faltaba ese
poquito de amor extra y les sobraba arroz.
Corrí con la suerte de encontrarme en frente de mi trabajo
una pequeña feria con coloridas carpas que ofrecían desde obras de arte en
madera, hasta camas para perros pasando por las camisetas estampadas con los
atrapasueños de moda.
En una esquina, rodeado de otras ofertas culinarias, se
encontraba el foodtruck de Karpo que me había sido recomendado por Doug, un
compañero del trabajo quien había quedado fascinado por su “cosa como un
burrito”.
Yo debía probarlo, al acercarme fui recibida por Ángela de
la forma más amistosa, como si fuéramos amigas de toda la vida, como si nos
conociéramos desde hace años y fuéramos casi de la familia. Ella, su hermana
Sandra y su hijo Juan son los encargados de hacer de esta carne al trompo una
experiencia gastronómica.
Su carta es simple, una tortilla integral con dos
posibilidades de relleno. Una de ellas con cebolla, tomate, albahaca, piña,
queso y salsa Karpo; la otra con cebolla, tomate, plátano maduro y una salsa
especial ranch. Todo acompañado de uno de sus jugos naturales, yo probé el de
piña con manzana verde y hierbabuena, siendo lo más refrescante, saludable y
delicioso que he probado en mucho tiempo. Las otras opciones incluían guandolo
con flor de Jamaica y agua fresca de arroz y coco.
El Karpo que elegí fue el de piña, debo decir que en un
inicio me esperaba algo como un sabor árabe parecido al de un Shawarma, luego
al ver el wrap se me ocurrió que tal vez sabía como un burrito con piña, pero
al morder, mi sorpresa fue mayor... No se parecía a nada que hubiera comido
antes.
El sabor era fresco y saludable sin llegar a ser insípido.
La carne tenía trozos jugosos y otros un poco más tostados y crujientes dando
una mezcla de intensidad y jugosidad muy placentera al paladar.
Ángela me contaba que lo pensaron como un almuerzo
saludable, los carbohidratos de la tortilla, las proteínas de la carne, lo
saludable de la ensalada y lo delicioso de todo junto. Y así fue, un delicioso
momento en el cual fui una con la carne al trompo de Kapo. Como un pequeño
oasis para mí misma en medio del bullicio de la ciudad y el calor del sol
abrasador que se paseaba después de días nubosos y lluviosos.
En un principio pensé que quizás era pequeño, que a la media
hora tendría hambre de nuevo, pero no fue así. Fue una porción más que suficiente
para quedar satisfecha sin la pesadez de algo tan delicioso pero pesado como
una bandeja paisa por ejemplo.
Al terminar de comer me sentí energizada, bienvenida,
abrazada por la comida y por las personas. Fue un agradable momento que me
encantaría repetir lo más pronto posible.
Lugar: Indeterminado, para enterarse de dónde estarán
visiten su Instagram @karpomedellin
Volvería: ¡¡SI!! (Con dos signos de exclamación)
Lo recomendaría: ¡¡Sí!! (Acá también)
Instagram:
@Karpomedellin
Tel:
3125405696
Email: Karpocolombia@hotmail.com
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Ubicación:
Medellín, Antioquia, Colombia
lunes, 5 de septiembre de 2016
Nino e Pastino, una aventura con sabor italiano.
Nino e Pastino es un restaurante ubicado en el parque lleras
en el poblado cerca de la vía primavera.
Calle 8A #37 – 20, Medellín Tel. (4) 312-0045 |
Esta semana, unos amigos decidieron que querían comer pasta
allí, yo nunca había ido pero me pareció una buena idea acompañarlos para
conocer la carta y el lugar.
El encuentro fue a las 6 de la tarde para comer, al llegar,
el restaurante de inmediato me dio una agradable vibra moderna y relajada.
La música era lounge y tenía un volumen moderado, suficiente
para acompañar una buena conversación. Lo primero que noté fue la cómoda
distribución, con mesas en una linda terraza para dos y cuatro personas y
algunas mesas más grandes al interior, sumando así alrededor de 20 mesas.
Fuimos saludados amablemente por la hostess quien tenía una
gran y amable sonrisa mientras nos mostraba las diferentes opciones de mesas,
pero al final los demás amigos con quienes nos encontraríamos estaban en las
mesas del interior.
La decoración interna era cálida y simple, tenía una zona
amplia en la cual se mostraban vinos y daba la sensación de una cava y
realmente daban ganas de beberse uno.
Luego de un momento llegó Stephanie, nuestra mesera quien estaba
perfectamente informada de los platos, su contenido, las recomendaciones y
conocía tan bien la carta que pudo ayudar con la bebida a uno de nuestros amigos
que estaba muy indeciso, tanto que cambió tres veces su pedido, pero ella lo
cambió sin problemas sugiriendo opciones más dulces, ácidas, neutras, con y sin
frutas.
Todos en la mesa pedimos algo diferente, yo decidí tomar una
soda con frutos rojos, romero y endulzado con miel que fue una recomendación de
Stephanie, aunque no lo vi en la carta al igual que la bebida de mi amigo el
indeciso que fue un nojito, que en resumen es como un mojito sin licor.
Al llegar, fuera de tener una linda presentación en vasos
vintage con una jarra que en contenido son casi dos vasos y medio, tenía mucha
fruta y aparte una linda tabla con un crimini de setas con cebolla crispy y un
pequeño trozo de pollo con miel. Me sorprendió y me pareció delicioso además.
El crimini constaba de una pequeña tostada que parecía tener albahaca, especias
y ajo con una suave y untuosa crema de setas que al morder se contrastaban con
el crujiente de las cebollas.
Solo pasaron 30 minutos antes de que los platos llegaran,
visualmente eran deliciosos y desprendían un exquisito aroma.
Mi plato era una “Lucca”, recomendación de Stephanie, este
plato constaba de un corte grueso de lomo de cerdo aromatizado con hierbas
italianas sobre pasta, que en mi caso fue penne en salsa Toscana y crispies de
cebolla, acompañado de una ensalada de lechuga con tomates cherry y pimentón
rojo asado que desprendía un exquisito dulzor que además contrastaba también
con las cebollas crujientes.
La única forma que tuve para describir mi plato a primera
vista era “abundante”, quizás demasiado para mí que además quería probar algún
postre. Pero también lucía delicioso y las hojitas de albahaca daban un toque
especial, no solo en aroma sino también en sabor.
Lo único no tan positivo que puedo decir de los platos, no
solo el mío sino el de todos los de mi mesa, era la falta de salsa. Cuando uno
piensa en pastas italianas, piensa no solo en la deliciosa pasta fresca sino
también en la salsa. Una salsa que queda en el plato, una salsa para mojar el
pan y dejarlo limpio al terminar. Pero no hubo necesidad de eso, ya que aunque
había una deliciosa hogaza de pan que parecía recién horneado, no había salsa
para mojarlo. El sabor de la poca salsa era maravilloso, se podía sentir la
riqueza de las especias, los sabores profundos y salados que daban otra
dimensión al plato, pero la ausencia de humedad en ellas dejaba algunas partes
de la pasta sin ser bañadas por todo su maravilloso sabor.
Probé la pasta bolognesa de mi amigo Germán y sucedió lo
mismo, un sabor exquisito en el ragú de carne y tomates, una pasta tipo
spagetti al dente, pero de nuevo, la humedad de la salsa brilló por su ausencia
y nos quedó el pan a un lado a la espera de ser remojado.
A pesar de haber quedado completamente llenos, nos decidimos por un postre.
En Nino e Pastino tienen una hermosa carta de postres que
vienen por combos o individuales, nos decidimos por uno llamado “Sei”. Este
constaba de 4 mini postres listos para llevarlo a uno en un viaje dulce por Italia.
Lo primero que probamos fue una galleta recién horneada, rellena de chocolate y arequipe con una hermosa bola de gelato de fresa que se derretía con rapidez contra la galleta caliente invitando a hundirse de una vez en su increíble sabor. Los cinco, concordamos en que era delicioso. Lo segundo fue un helado que a primera vista parecía ser de vainilla, pero al hundir la cuchara en él, se encontraban pequeños trozos crujientes que dejaban un exquisito sabor a chocolate blanco. Lo siguiente que probamos fue el Marrone, personalmente no fue mi favorito. Era una pequeña torta con sabor a chocolate especiado pero no fue nada que llamara nuestra atención, al igual que el fondente de chocolate, cuyo sabor no fue nada especial. Los votos fueron todos por el helado de chocolate blanco y la maravillosa galleta recién horneada.
Lo primero que probamos fue una galleta recién horneada, rellena de chocolate y arequipe con una hermosa bola de gelato de fresa que se derretía con rapidez contra la galleta caliente invitando a hundirse de una vez en su increíble sabor. Los cinco, concordamos en que era delicioso. Lo segundo fue un helado que a primera vista parecía ser de vainilla, pero al hundir la cuchara en él, se encontraban pequeños trozos crujientes que dejaban un exquisito sabor a chocolate blanco. Lo siguiente que probamos fue el Marrone, personalmente no fue mi favorito. Era una pequeña torta con sabor a chocolate especiado pero no fue nada que llamara nuestra atención, al igual que el fondente de chocolate, cuyo sabor no fue nada especial. Los votos fueron todos por el helado de chocolate blanco y la maravillosa galleta recién horneada.
Al terminar la cena estábamos más que satisfechos, no
podíamos comer absolutamente nada más pero Stephanie regresó con una agradable
sorpresa, un juego de cartas y suerte en el cual una persona de la mesa tendría
una carta ganadora que le daría sus platos gratis.
Salí de allí con una gran sonrisa en los labios, fue una
gran experiencia que ciertamente quisiera repetir pronto.
Les invito a que lo experimenten también y me cuenten cómo
les ha parecido su visita a Nino e Pastino, me encantaría saber qué probaron y
cómo les fue.
Por ahora les dejo un beso de todos los sabores y pronto me
lanzaré de cabeza a la aventura de la gastronomía.
Por todo el mes de septiembre pueden ustedes también ser los
felices ganadores de su parte en la comida. Por cada mesa de 4 personas que
vayan entre las 12M y 3 PM, podrán jugar a las cartas de la suerte y tener su
parte del almuerzo gratis para celebrar el mes del amor y la amistad.
Ubicación: Calle 8A #37 – 20, Medellín
Fácil acceso: Si
Parqueadero: No, pero hay espacio de parqueo en la calle.
Volvería: Si
Lo recomendaría: SI!!!
Tel: (4) 312-0045
https://www.facebook.com/ninoepastino
Ubicación: Calle 8A #37 – 20, Medellín
Fácil acceso: Si
Parqueadero: No, pero hay espacio de parqueo en la calle.
Volvería: Si
Lo recomendaría: SI!!!
Tel: (4) 312-0045
https://www.facebook.com/ninoepastino
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sábado, 3 de septiembre de 2016
Mi Aventura Gastronómica
Toda la vida he amado la escritura.
Contar historias, compartir anécdotas y hasta escribir canciones, se convirtió en mi forma de comprender el mundo, de moldearlo y hacerlo mío.
Contar historias, compartir anécdotas y hasta escribir canciones, se convirtió en mi forma de comprender el mundo, de moldearlo y hacerlo mío.
Por otro lado, comer y cocinar son de los mayores placeres
que he podido encontrar.
No soy chef ni me acerco a ello, ni siquiera quiero ser una por ahora, pero la cocina y el hecho de transformar los ingredientes en deliciosos platos, es la forma de alquimia que aún perdura y que transmite emociones, sentimientos, placeres y a veces hasta displaceres.
Hace poco, me encontraba leyendo blogs de reseñas de comida,
me parecían hermosas palabras que se unían en una deliciosa cornucopia que me
hacía agua la boca.
Sin embargo al probar los platos descritos, me parecía que las palabras rimbombantes adornaban demasiado la realidad de lo que eran las comidas que se ofrecían ante mí.
Sin embargo al probar los platos descritos, me parecía que las palabras rimbombantes adornaban demasiado la realidad de lo que eran las comidas que se ofrecían ante mí.
Por ello decidí embarcarme en mi propia aventura
gastronómica.
Esta es una invitación a no conformarse y aventurarse a conocer el mundo.
Mis opiniones son solo eso, opiniones, así que una vez me
lean, también les invito a que vayan a esos restaurantes y prueben ustedes por
sus propios medios lo que allí se ofrece para luego compartir conmigo este
delicioso viaje por la gastronomía.
La idea no es destrozar los restaurantes con palabras ni
tampoco halagarlos sin sentido, la idea es acercarse a las realidades de los
platos, a probarlos, sentirlos, olerlos y mirarlos. A sentirse cómodo en el
restaurante, a sentir que te dan la bienvenida y que te esperan como en casa.
Cuando pagas un plato, no estás pagando solamente por la comida que está sobre la mesa, estás pagando por la experiencia que te ofrece ese restaurante y eso es lo que quiero experimentar cuando me sumerja en mi viaje.
Les invito también a que me recomienden lugares, que me
cuenten cuáles son sus lugares favoritos, sus platos predilectos y aquello que
hace que su corazón lata desbocado cuando el mesero se acerca con el plato en
la mano hacia su mesa. Yo trataré de visitar esos lugares y les contaré lo que
pensé de ellos.Cuando pagas un plato, no estás pagando solamente por la comida que está sobre la mesa, estás pagando por la experiencia que te ofrece ese restaurante y eso es lo que quiero experimentar cuando me sumerja en mi viaje.
Les doy ahora la bienvenida a mi aventura gastronómica y
espero que me acompañen en este camino lleno de aromas, colores, sabores, sonidos
y experiencias.
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